El Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH) es un retrovirus causante de la supresión del sistema inmune del cuerpo, que ataca principalmente las células T CD4+ (glóbulos blancos), lo cual le permite evadir la resolución de la infección. Actualmente, no se tiene una cura eficaz que permita erradicar la enfermedad a nivel global, por lo que la convierte en una de las problemáticas de salud pública a magnitud de pandemia. Sus repercusiones a causa de la infección afectan negativamente no solo en la salud (presencia de enfermedades oportunistas por la inmunosupresión), sino también a nivel social (estigmatizaciones, discriminación y hasta abandono por seres queridos) y psicológico (depresión, temor y culpa) a la persona infectada.
A nivel mundial el VIH afecta al interior de cada país económicamente por los altos costos que requieren los tratamientos y servicios de salud para el paciente y su familia (tratamientos farmacológicos, perdida laboral, abandono de la de la actividad económica y disminución de la edad productiva), en donde se estima que la alarmante suma de la epidemia en Colombia podría consumir rápidamente los recursos en salud destinada a la misma. Actualmente, los costos por paciente oscilan entre $1.200 a $1.500 dólares por año y según las cifras más actuales (1) del 2021, 134.902 personas viven con VIH con un aumento del 29.7% de personas infectadas con respecto al año 2020, afectando en gran proporción hombres (80.6%) frente a mujeres (19.4%) en donde el principal mecanismo de transmisión fue sexual (98%).
En términos de mortalidad, se observa que el diagnóstico no oportuno de la infección y el no tratamiento conlleva a la enfermedad SIDA (Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida), dónde la tasa de mortalidad a causa de la enfermedad es de un 49% (muertes correspondientes a SIDA y muertes por otra enfermedad no definitoria de SIDA).
Aunque el VIH es un problema de salud pública, lo único claro es que es una infección sexualmente prevenible y esa debe ser la prioridad para su control. Hoy en día en Colombia se incorporaron nuevos elementos como son profilaxis preexposición (PrEP) y la profilaxis post-exposición (PEP) que evitan la propagación de la infección, además de los métodos de prevención cotidianos (uso de preservativos, parejas monógamas, entre otros). No obstante, el diagnóstico oportuno bajo el algoritmo en personas sexualmente activas y que han sido expuestas, abarca un conjunto de pruebas para confirmar la infección como lo son las ELISAS de tercera y cuarta generación, el Western Blot y las Cargas virales:
Las cargas virales dentro del algoritmo diagnóstico no solo permiten confirmar la infección en caso de un resultado no concluyente, sino también permite realizar el seguimiento de las personas infectadas con VIH para determinar el número de copias/mL del material genético viral (ARN) y su respuesta al tratamiento. El objetivo del tratamiento consiste en reducir la carga viral en la sangre a niveles indetectables (menores a 50 copias/mL) y se recomienda monitorizarse al menos dos veces al año.
Desde Quimiolab ponemos a disposición los kits comerciales de ELITech Group para el monitoreo de las cargas virales de VIH, por su implementación y automatización completa en la plataforma ELITe InGenius (Sample to Result):
Referencias:
Bacteriólogo con maestría en ciencias - biotecnología
Especialista de producto Biología molecular