DIA MUNDIAL DE LA ESCLEROSIS MULTIPLE: 30 DEMAYO
La esclerosis múltiple (EM) es una enfermedad inflamatoria crónica desmielinizante del sistema nervioso central, la cual afecta a más de 2 millones de personas a nivel mundial. El daño progresivo de esta patología compromete principalmente al cerebro y la medula espinal, por lo cual los pacientes desarrollan perdida de la movilidad, pérdida del control de esfínteres y afectaciones cognitivas. En Colombia, la enfermedad es más común en mujeres y su prevalencia es de 7,52 por cada 100 mil habitantes, en donde la mayoría de los casos se presentan en Bogotá, Quindío y Risaralda [1].
La etiología de esta enfermedad aun es incierta. Sin embargo, el daño tisular está mediado por una interacción dinámica y compleja entre células del sistema inmune (oligodendrocitos, microglía y astrocitos) y neuronas. Así mismo, los linfocitos T cooperadores, los linfocitos T citotóxicos y los linfocitos B ubicados en el parénquima cerebral contribuyen a la respuesta inflamatoria, lo que finalmente conduce a una desmielinización de los axones [2].
Este proceso inflamatorio está estrechamente relacionado con el avance neurodegenerativo y se han identificado cuatro categorías del curso de la enfermedad [3]:
· Recurrente-Remitente(EMRR): Es la forma más común de la enfermedad. Se presenta en el 85% de los casos y se caracteriza por exacerbaciones periódicas imprevisibles de disfunción neurológica, que pueden durar semanas o meses de forma alternada por periodos de resolución completa o parcial de los síntomas.
· Secundaria Progresiva (EMSP): Se presenta tras 10 o 20 años de una EMRR, en donde los síntomas comienzan a progresar lentamente con o sin recaídas. Aproximadamente el 30-50% de los pacientes evolucionan a esta fase.
· Primaria Progresiva (EMPP): Afecta al 10% de los pacientes con EM. No se presentan recaídas, pero comienza de manera insidiosa y empeora gradualmente desde el inicio de la enfermedad. Usualmente, los pacientes con EMPP son refractarios al tratamiento.
· Progresiva Recurrente (EMPR): Es el subtipo más agresivo de la enfermedad y afecta al 3-5% de los pacientes. Progresa de forma continua desde el inicio de la enfermedad, presentando exacerbaciones severas periódicas y no se observan periodos de remisión.
En la actualidad no hay una única prueba diagnóstica para EM. El diagnostico se basa en la evidencia de los siguientes criterios:
· Criterio de diseminación: Presencia de placas en la materia blanca del SNC mediante resonancia magnética nuclear (RMN).
· Criterio de progresión: Episodios de recaídas o empeoramiento de los síntomas.
· Criterio de inflamación: Análisis del líquido cefalorraquídeo (LCR).
Con respecto al último criterio, cuando hay una inflamación del SNC se produce una síntesis intratecal de inmunoglobulinas que suelen ser detectadas como bandas oligoclonales mediante electroforesis o pueden ser evaluadas mediante técnicas de cuantificación de proteínas. Dado que la barrera hematoencefálica es altamente selectiva, el análisis del LCR debe ser estudiado junto con una muestra de suero para diferenciar la síntesis intratecal de la plasmática. El "gold standard" es el isoelectroenfoque seguido por el inmunoblot, pero no permite realizar la cuantificación de inmunoglobulinas y su montaje e interpretación es complejo, motivo por el cual no se realiza en la rutina clínica [4].
Otra alternativa es la cuantificación de IgG en LCR y suero, en donde los valores son ajustados al usar como referencia la concentración de albúmina plasmática, pues esta última no es sintetizada de forma intratecal: QIgG/QAlb =[IgGCSF/IgGserum]/[AlbuminCSF/AlbuminSerum]. Sin embargo, con esta metodología solo se logra identificar al 75% de los pacientes positivos para bandas oligoclonales [5].
Una alternativa muy eficaz para determinar la síntesis intratecal de inmunoglobulinas es la determinación de las cadenas ligeras libres (CLL),especialmente las Kappa (ᴋ). En el caso de la síntesis intratecal, éstas se acumulan en el LCR y su difusión a partir de sangre a través de la barrera hematoencefálica es poco probable, dado que su depuración renal es muy rápida. Los estudios demuestran que un aumento en el índice de CLLκ [CLL κLCR/CLLκsuero]/[albúmina LCR/albúmina suero] puede facilitar el diagnóstico de esclerosis múltiple, al igual que contribuir al diagnóstico diferencial de otros trastornos neurológicos [6].
Un índice elevado de CLLκ tiene una concordancia excelente con el análisis de bandas oligoclonales y ofrece mejores condiciones operativas en términos de sensibilidad y especificidad.
En Quimiolab contamos con los ensayos Freelite (The Binding Site) para determinar cadenas ligeras libre kappa y lambda mediante turbidimetría. Estos ensayos se basan en anticuerpos policlonales purificados por afinidad a partículas de látex, lo cual aumenta la sensibilidad y especificidad para obtener resultados oportunos y confiables en el diagnóstico de la esclerosis múltiple.
[1]Jiménez – Pérez C., et al. Estado actual de la esclerosis múltiple en Colombia. Acta Neurol Colomb. 2015; 31(4): 385-390
[2] Diaz C, et al. Highly active multiple sclerosis: An update. Multiple Sclerosis and Related Disorders2019; (30): 215–224
[3] Goldenberg, M. et al. Multiple Sclerosis Review. P T. 2012; 37(3): 175–184.
[4] Cerebrospinal fluid and free lightchains. Ver fuente
[5] Cabrera-Limpias, et al., Bandas oligoclonales en líquido cefalorraquídeo de pacientes con esclerosis múltiple del Hospital Militar Central. Acta Neurol Colomb 2012; 28 (2): 1-5.
[6] Multiple sclerosis and intrathecal immunoglobulin synthesis Ver fuente